Las Claves de Hoy
1. Necesidad de reservas. A pesar de que el BCRA acumula doce jornadas consecutivas con saldo positivo, el ritmo de compra de divisas resulta insuficiente para cumplir con una de las metas fijadas con el FMI. Las reservas netas se ubican en u$s1.600 millones y el objetivo es alcanzar u$s6.100 millones para el 30 de septiembre.
2. Inflación por encima del 6%. El rubro alimentos registra un crecimiento en lo que va del mes del 6,6%. Así, el IPC de agosto se ubicaría por encima del 6%, según relevamientos privados.
3. Baja liquidación del campo. Se calcula que para durante el mes de agosto la liquidación de divisas por parte de empresas agro exportadoras alcancen los u$s3.100 millones, muy por debajo de la aspiración del gobierno al implementar el “dólar soja”. Las autoridades soñaban con unos u$s4.500 millones. El miércoles vence este mecanismo de incentivo y se espera que no vaya a ser renovado.
4. Incentivo a la minería. En la búsqueda de acumulación de reservas, el Ministerio de Economía apunta a sumar ingresos a través de la minería. De esta manera, se presentará un decreto con incentivos cambiarios para este sector. Así, las compañías podrán contar con libre acceso al dólar por hasta un 25% de sus exportaciones. Como contrapartida, las empresas deberán cumplir con inversiones y agregado de valor.
5. Nueva licitación. El Ministerio de Economía encarará hoy la segunda licitación del mes. Así, buscará al menos $90.000 millones a través de cuatro letras a tasa fija e indexada a la inflación. Se trata de una Lelite (exclusiva para FCI) con vencimiento el 30 de septiembre; dos nuevas Letras a Descuento (Ledes) al 16 de diciembre y el 31 de enero; y una nueva letra indexada a la inflación (Lecer) con vencimiento el 16 de junio.
6. En relación a la brecha cambiaria por encima del 100%, señalamos en Infobae: “El atraso cambiario actual no sólo es un subsidio a las importaciones con el agravante que no hay dólares para sostenerlo, sino que el crawling peg es más inflacionario que un ajuste one shoot. Es que el primero permite trasladar el aumento del dólar de manera paulatina; mientras que el segundo obliga a liquidar parcialmente stock a precios ‘viejos’ para acelerar la cancelación de deuda, ya que el one shot y un salto importante en la tasa de interés, vande la mano”.